Los ciberataques y sus objetivos son cada vez más grandes y ambiciosos. La denominada ciberguerra puede estar a punto de estallar sin que nadie se de cuenta hasta que dañe el sistema informático de una multinacional o incluso de un país entero. Un ataque de esa magnitud podría tener como consecuencia directa una reacción mundial en cadena que implicaría la destrucción casi total del patrimonio tecnológico que conocemos.
Los daños que se produzcan pueden afectar a la pérdida del acceso a almacenamiento de datos y servicios cloud, la incapacidad de procesar transacciones financieras online, problemas con la cadena de suministro, fallos en los sistemas de telecomunicaciones,o pérdida de datos necesarios para actividades de conformidad legal.
Asimismo, los smartphones y las tablets son potentes ordenadores que pueden almacenar información corporativa (y contraseñas) que podría ser valiosa para los ciberespías. Cada vez son más usados para almacenar todo tipo de datos, por ello es imprescindible proteger estos dispositivos con el mismo o mayor rigor con el que se protegen los sistemas de IT, ya que existe más riesgo de pérdida o robo.
Les dejamos con una interesante entrevista publicada el pasado mes de febrero en El País a Michael Fertik, fundador de Reputation, en la que habla de los ataques informáticos y el futuro de la ciberseguridad: Michael Fertik: “Los datos son nuestro ADN”.